Inicios

Llevo desde los 3 años con unos esquís bajo los pies, pero no fue hasta los 16 cuando probé por primera vez el esquí de montaña. Mi primera vez no fue precisamente una experiencia espectacular. Me hacían daño las botas, no era capaz de meter la bota en la fijación y sólo fui capaz de subir 250m de desnivel.

En esa época descubrí las carreras por montaña y me fascinó el poder ir rápido por la montaña. Desde pequeño había hecho senderismo, pero me aburría ir despacio. 

Y fue en la Navidad de 2015 cuando un cambio en mi vida estaba por llegar. Mi padre me propuso que nos inscribieramos los dos a una carrera de esquí de montaña que había en Sierra Nevada dentro de una semana. Yo no sabía ni en qué consistía la competición en este deporte, pero me lancé sin pensármelo. 

Me encontré perdido y sólo, no había nadie de mi edad y era una competición muy exigente tanto técnica como físicamente.

Al ser el único cadete, rápidamente se puso en contacto conmigo el seleccionador andaluz para ver cuales eran mis ambiciones con este deporte. Me quería llevar al Campeonato de España de individual ese mismo año.

Buscando mi mejor rendimiento

Mi primer Campeonato de España fue un choque con la realidad, había gente de mi edad que estaba muy fuerte y se desenvolvían muy bien técnicamente.

Fue entonces cuando decidí que quería mejorar mi rendimiento para poder competir por las primeras posiciones. Pero no sabía cómo entrenar, tenía demasiados aspectos técnicos por mejorar y sentía que el resto me llavaba demasiados años de ventaja.

Hacíamos alguna concentración con la selección andaluza, pero no era suficiente. Buscaba en internet información, videos en youtube y no había nada. 

Mi explosión deportiva

Por suerte desde el inicio tuve un plan de entrenamiento personalizado a mis características con el que mejorar de forma constante y progresiva. Además, inicié el Grado de Ciencias del Deporte. Todo lo que aprendía lo testeaba en mis entrenos, me implicaba en estudios de investigación para aprender más y más, y de forma progresiva cada vez entraba más cerca de los primeros en las carreras.

Año a año mi rendimiento físico seguía aumentado más y más. Me convertí en unos de los mejores técnicamente.

De no haber sido así, seguramente habría perdido la motivación. Realizaba entrenamientos muy duros, renunciaba a otras actividades por subir a la nieve a entrenar. Y el haberme sentido estancado o pensar que ya había alcanzado mi techo probablemente me habría hecho abandonar.

Pero no fue así. Siempre he encontrado nuevos métodos para seguir mejorando y fue en 2021 cuando terminé de explotar.

Quedé Campeón de España por relevos, gané la Copa de España en categoría promesa y no sólo eso, sino que mi gran nivel físico-técnico me permitió hacer actividades en montaña increibles como descender la cara norte del Mulhacén y el Veleta con esquís.

Actualmente, tras 9 años buscando mi mejor versión en el esquí de montaña, sigo sin sentir haber encontrado mi techo. Y sigo con la misma ilusión que el primer día buscando aspectos por mejorar en este deporte tan complejo.